4. Clima inadecuado en el aula.

           Siguiendo las indicaciones de todos los puntos anteriores, se supone que las malas conductas tendrían que ser ocasionales. Pero si no es así como ocurre en la imagen, el profesor debe conocer algunas estrategias para prevenir dicho problema.

No todas las conductas tienen el mismo nivel de gravedad, existen conductas como llegar tarde a clase, no traer el material adecuado, hacer ruidos, interrumpir, hablar en voz alta, las agresiones, insultos e incluso bulling. Todas estas conductas y otras más pueden tener consecuencias directas sobre el aprendizaje de los alumnos. Pueden aparecer discrepancias al no tener las mismas expectativas profesores y alumnos. O que los valores transmitidos en la escuela no coincidan con los transmitidos en la familia. Las circunstancias familiares del alumno también pueden afectar en su desarrollo escolar. Por eso es importante desarrollar dentro del ámbito escolar un ambiente seguro y confortable, pero también disciplinado y estructurado para poder ayudar a estos alumnos.

A veces, cuesta mucho más eliminar un sólo defecto
que adquirir cien virtudes.
La Bruyère

                               

Existen algunas estrategias para poder prevenir y atender dichas conductas:

•     Hay que establecer un sistema de acción preventivo anticipándose a la aparición de las malas conductas para eliminarlas antes de que ocurran.

•     Establecer al comienzo del año escolar un sistema de reglas y procedimientos que sean claros, precisos y dirigidos al momento en que el alumno pueda desviarse de dichas normas establecidas.

•       Tomar decisiones apropiadas acerca del tiempo de cada actividad, del orden y del número de actividades que se van a realizar.

•       Una buena imagen del profesor puede dar confianza y ayudar en el desarrollo de la enseñanza-aprendizaje del alumno.

•   Es más efectivo basar el aprendizaje en el desarrollo cognitivo del alumno atendiendo a su motivación intrínseca que basarse en la autoridad, ya que ello debilita dicha motivación en el alumno.

•    Hay que implicar al alumno y responsabilizarlo de su propio aprendizaje. La participación activa en Consejos o Asambleas de Alumnos para tomar decisiones del colegio. Los alumnos deben ser considerados como miembros activos de la vida escolar. ¡Qué buena idea!

•   Se tiende a expulsar a un alumno de clase por una mala conducta, cosa que no soluciona el problema y además se está reforzando la conducta del alumno, ya que él no quiere estar en clase, para él es un premio. Para evitar las malas conductas es necesario enseñar a los alumnos una serie de habilidades sociales para una buena integración escolar y por supuesto colaborando simultáneamente con la familia, dentro de lo posible.

•   Establecer un contrato con los alumnos requiere un compromiso de llegar a unas metas y de dirigir la conducta. El contacto es más eficaz si se realiza colectivamente que individualmente. Con él el alumno aprende a auto dirigirse para modificar su conducta, pero siempre con la estimulación del profesor.

• Cuando ocurre una mala conducta se debe intervenir lo más rápido posible intentando no romper la atención sobre la actividad que se esté realizando. Si la mala conducta es de escasa importancia es mejor ignorarla. A veces es inevitable recurrir, para lo cual el profesor debe tener en cuenta algunas estrategias específicas como hablar con el alumno sobre su mala conducta y hacerle ver los beneficios de la conducta correcta, mirar al alumno a los ojos hasta que cese su mala conducta, distraer al alumno con otras actividades más atractivas para él, grabar la conducta con el objetivo de que el propio alumno pueda verse más tarde y analizarla el mismo y si persiste la mala conducta, realizar algún tipo de sanción como caso extremo.

•  En conductas poco conflictivas el profesor puede intervenir discretamente acercándose al alumno, demostrándole confianza, manteniendo el contacto visual o llamando al niño con su nombre en voz alta. Otra manera es transmitir mensajes de responsabilidad para que los alumnos se responsabilicen de su conducta.

• Para la resolución de conflictos más graves, es conveniente desarrollar un plan de intervención, siendo interesante y muy eficaz que se diseñen dichos planes dentro del aula y con la participación de todos los alumnos. Enseñar a los alumnos un sistema de resolución de conflictos es muy ventajoso, aunque a veces llevarlo a la práctica es complicado, esto requiere la obtención de una serie de habilidades sociales y onstruir un proceso de negociación hábil donde no haya perdedores.

•   Hay quien apuesta por la teoría conductista ofreciendo recompensas o castigos por el cambio de algunas conductas. Siempre se debe optar por la recompensa, siendo esta más efectiva y placentera para el alumno. La recompensa puede servir tanto para aumentar una conducta buena, como para disminuir o eliminar una mala. Las recompensas pueden ser alabanzas, tablones donde se refleja los progresos del alumno, símbolos de caras felices o dar premios a las mejores conductas…

•  Hay que ser cauteloso a la hora de no excederse con las recompensas, ya que pueden afectar a la motivación intrínseca del alumno hacia el aprendizaje. El profesor puede empezar ofreciendo al alumno refuerzos externos, e ir retirándolos progresivamente introduciendo el  alumno refuerzos naturales, que el propio alumno interiorice.

        Hemos de tener en cuenta los procesos interactivos y la experiencia que intentan dar respuesta a la agresión global y que configuran los escenarios sociales. La interacción didáctica ha de comprender la pluralidad de comportamientos agresivos y generar tareas y modalidades de clima social que superen procesos de agresividad intensos y se construyan armónicos escenarios de convivencia.

       La interacción didáctica se hace realidad en el proceso comunicativo y se configura mediante el conjunto de relaciones singulares, el discurso caracterizador de cada educador y la síntesis de la estructura lingüística y de los códigos verbal, no verbal y para verbal, que singularizan el modo peculiar en cada clase, escenario de aprendizaje, ecosistema social, etc.